No entiendo al viento, me silba indomable al oído, como esperando a que yo responda sin reparos...
Alguna vez me susurró en la piel y se tendió sobre mis vellos,
debí mostrarme mezquina esta vez, pero su canción me envolvía en toallas húmedas...
Ahora ya no sé como deshacerme de tan hermosa melodía, la hice mía…
No la quiero conmigo, pues aunque se declaré para mí, sé que comparte su ritmo con el resto de líneas en el pentagrama,
Quizás sea una alucinación mía, quizás sea una alucinación suya, quizás no sea nada y me vuelvo a los estrechos pasillos de la normalidad...
Lo que sí, es que ese viento se ha enrarecido… y no por eso, he dejado de sentirlo mío...
Al contrario, se ha amoldado a mi concepto de ingenuidad, y con ello me entrego a los huracanes de su ira...
La angustia se ha solidificado en forma de soga, asfixiante... poco frenética.
Si tan solo aquel viento supiera que conozco todo cuanto recorre, pues me deja de pista, las hojas de otoño,
y aún así me vuelve a soplar, provocando una danza imparable en mis cabellos..
¡Hipócrita ventisca revestida de inocencia maldita!, no pretendas pensarme insensible,
pues más piel tengo para sentirte, y con ello tus verdades de cruda primavera, se transforman en fríos vientos de invierno..
Si tan sólo este ingenuo viento, supiera cuanto he descubierto, dejaría de soplar tenues brisas..
No entiendo al viento, me silba indomable al oído, como esperando a que yo responda sin reparos...
me gusta mucho el diseño de tu blog pamela... que buen inicio el crear este blog, que por no ser diario lo convierte en una pagina de publicaciones sobre tu vida al cual todos pueden entrar al la distancia de un clock, delator?, traidor?... como sea de alguna u otra manera se vuelve a él... suerte y escribe, escribe, escribe.
ResponderEliminarNelson, gracias por el recibimiento, me halaga mucho!!
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