Pocas o muchas son las conclusiones que se podrían sacar de los acontecimientos, bien conocidos, del 30 de Septiembre del 2010. La cuestión va por el lado de, si es necesario enfrascarnos en sacar conclusiones o no, a fin de cuentas, no haríamos nada con ello, al contrario, aportaríamos a una serie de supuestos a partir de las miras que se obtuvieron de la noticia. Justamente va por ese lado este informe, siendo un poco más explícita y un poco menos técnica, lo que se pretende es lanzar dardos a los discursos y revestir al material audiovisual; ¿Fácil?, ¿difícil?, tampoco es necesario plantearse aquello, pero lo que sí hay que reconocer es que sí es mucho más exhaustivo el análisis de desenmascaro, que el de encubridor.
Ahora bien, sabemos que los medios de comunicación (cualquiera de ellos), tienen un poder incalculable de difusión masiva de mensajes, pero estancarnos en esa parte, es pecar de ingenuos, al decir esto, en realidad a lo que apunto es a definir a los medios como una empresa cargada de poder simbólico, que, cómo indica Rojas Mix, se construye el imaginario; ¿Hegemónicamente?, eso es una duda que va desde los años 40 con la aguja hipodérmica, pero en algo se influye a nuestros tiempos y al cambio de perspectivas que se tengan de algún determinado tema.
Adentrándonos un poco más al tema en cuestión, habría que establecer las posibles premisas a discutirse. Los subtemas van del lado de los discursos más sonados y polémicos; y al decir esto, me estoy refiriendo a lo siguiente: ¿Intento de golpe de estado o sublevación policial?, ¿Violación de la libertad de expresión o correcto manejo legal?, Discursos manejados por algunos diarios, medios audiovisuales (El Universo – La Tv – YouTube “Canal de Carlos Vera” – Ecuavisa ) y documentos de sustento básico (Ley de radiodifusión y Televsión – Constitución 2008), Análisis de la democracia “en riesgo”, ¿Hubo intento de magnicidio?, y otros temas que, aunque de relleno, sustentan lo que se exponga.
Lo primero que habría que aclarar es de qué va toda esta revuelta. La ley del servidor público acabaría con ciertos beneficios a los que los policías (me refiero a ellos, porque son los actores de la sublevación) estaban acostumbrados; y con la aprobación de la lay, esos beneficios quedarían en el olvido; pero si analizamos un poco, “el olvido” es de parte y parte, pues los policías decidieron olvidarse del art. 115, en donde se incorpora el pago de horas extraordinarias y suplementarias, para militares, policías y bomberos.
Ni siquiera es preciso hablar de la ley y su aprobación, porque, aunque involucra suma importancia; el papel de los medios y la espectacularización del hecho, jugaron con la ley y transformaron el asunto en una “corrida de toros”, es decir que desviaron el tema central, para priorizar el enfrentamiento entre los policías y el Presidente de la República. Lo siguiente que se podría pensar a partir de aquello, es: si se trato de una intención mediática, o de un hecho que se transformó a medida que la revuelta continuaba, aunque insisto, no por ello se debe invisibilizar el papel de los medios en el abordaje de la noticia, pues sabemos que aunque se trate de ser objetivos en una noticia, estamos hablando de un asunto imposible, sostengo lo que digo en lo siguiente; se opina, desde el nivel de reportería, opinar no solamente es aprobar o descartar subjetivamente a partir de discursos, sino también aportar informaciones a partir de reportería, aunque claro, la opinión sería un tanto más implícita, pero opinión en fin; por ende, construcción incesante del imaginario.
Algunos medios de comunicación, entre ellos, el diario El Universo, desmentían el hecho de haberse planeado un golpe de estado. Los discursos que usualmente se manejan son que Correa trató de aprovechar la exaltada protesta policial para escenificar un intento de golpe de estado y reforzar así su poder y prestigio tanto dentro como fuera de Ecuador, lo que es un análisis superficial, abismalmente superficial. No podríamos hablar únicamente de una sublevación policial, si cierran el aeropuerto, pues esto lleva consigo una intención implícita de evitar que las fuerzas internacionales ayuden a detener la revuelta. Ahora, sí podríamos decir que hubo una fusión de hechos, pues, además de haber un intento de golpe, también es innegable que la presencia de algunos policías era netamente el reclamo de sus beneficios; con esto lo que pretendo recalcar es que no hubo intención alguna de aceptar, mediáticamente hablando, una mixtura de hechos, por un lado la sublevación policial, entendida netamente de esa manera, y por otro lado, el intento al desgobierno.
Con esto podríamos decir que los medios intentan mantener, más una postura ideológica, que una responsabilidad para con el colectivo.
Esto es tomado del diario El Comercio, en donde se puede tomar como prueba, el intento de golpe:
“Al mismo tiempo, miembros de la Fuerza Aérea (FAE) se habían tomado la pista del aeropuerto Mariscal Sucre, lo que obligó a la Aviación Civil a suspender las operaciones aéreas”.
"Así mismo, hago un llamado al pueblo de Guayaquil y del Ecuador: sigamos altivos, rebeldes, libres y -opositores también- pero jamás golpistas ni tolerantes con la delincuencia". (Jaime Nebot Saadi)
Otra de las temáticas involucradas en los hechos del 30 de Septiembre, es si hubo intento de magnicidio o fue simplemente una manera de enardecer a los policías y que Correa se posicionara como víctima. El diario El universo, destaca que no hubo intento de magnicidio, porque no descargaron balas a Correa, cuando éste se asomo a gritarles que lo mataran; lo interesante del asunto, es que el diario Los Andes, rastreo una comunicación radial entre policías en donde se evidencia el intento de magnicidio, y aunque existiera aquello, las columnas del diario El Universo, no desmayaban en situar ese acto como espectáculo; lo que habría que plantearse, es si era posible evitar el show, aunque, para no pecar de “ciegos videntes”, Correa tenía intenciones de revalorar su imagen y qué mejor forma que haciéndolo públicamente, cargado de emotividad.
Algunos de los discursos recogidos de las grabaciones del diario Los Andes, son los siguientes:
“Que lo maten a Correa y se acaba esta protesta (…)”
“El señor supuestamente, dizque presidente, ese señor no sale, sin firmar, sin firmar las atribuciones que le corresponden a la policía nacional, ese señor tiene que asegurarnos nuestra amnistía completa (…)”
“En el caso de que nos ofendan, nosotros ofendemos y matamos (…)”
Continuaré explicando los subtemas que destaqué al inicio, con citas de columnas de opinión del diario El Universo y algunas de las noticias que se publicaron.
Citas:
1.- “Entonces, no nos rasguemos las vestiduras ahora; el Ecuador sigue de tumbo en tumbo y lo sucedido ayer, esto es, el levantamiento de la Policía Nacional y otros miembros de las Fuerzas Armadas en contra de una reforma legal arbitraria, como la mayoría de las últimas pinceladas que han salido desde Carondelet, es una raya más al tigre y para Correa, una cucharada de su propia medicina.
De todas formas, al igual que como lo hemos hecho cuando Correa y su tropa han sido los agresores de la institucionalidad democrática, ahora condenamos esta irracional reacción en contra de esta seudodemocracia”. (Pedro X.Valverde Rivera –Art.: Más libertad de expresión – Diario El Universo)
A partir de esto que expone el articulista, podríamos decir que el ciudadano común (y con esto sé que tiendo a subestimar), va a contemplar en su imaginario que hubo un acto antidemocrático por parte del presidente de la república. Analizando el contexto en el que se movieron las cosas, no podemos decir que los policías actuaron con democracia al promover la lucha a los ciudadanos para agredir a todo un colectivo. La fuerza pública se escapó de sus roles, para vestir a la democracia de paños transparentes, porque lo que sí resulta evidente, es que el poder coercitivo tomó partido en todo momento. Rafael Correa inició diálogos, pero lo que sucede, por costumbrismo, es que se toma, o mejor dicho, se “mal toma” el significado de las palabras. ¿Desde cuando la palabra “diálogo”, significó, sumisión absoluta?
Carlos Vera, en su canal de Youtube, planeó ejemplificar un análisis del “Caos del 30 del Septiembre”; parte del video, habla de aquello, pero si lo vemos completo, en más de dos ocasiones, se menciona el intento de la revocatoria al mandato, es decir, que en pro de que se sabe con cierta popularidad, y que además está siendo observado por personas que generalmente aprobarán como “verdadero”, todo o la gran parte de su discurso; publicita en gran medida su página e intento a la revocatoria del mandato. Este es un ejemplo claro, de cómo los medios audiovisuales pretenden sostenerse de una noticia de peso, para hacer propaganda de intereses personales (http://www.youtube.com/watch?v=PPzi7OdFv8M&feature=related). 2.- “Policías decididos y alterados y un presidente de la República, Rafael Correa, desafiante fueron el corolario de la revuelta policial que se registró ayer en el Regimiento Quito Nº 1.”
(Titular: Correa: ¡Si quieren matar al Presidente, mátenme! – Diario El Universo)
En esta cita es muy notoria la contra al presidente de la república, y eso es evidente en la primera línea: “Policías decididos y alterados y un presidente de la República, Rafael Correa, desafiante (…)”. Toman por decididos y NO desafiantes a los policías, y a Rafael Correa como único actor de desafío y desorden. No exculpo al presidente de desafiar y enardecer a la policía, pero tampoco podemos definir a los policías, de tranquilos y víctimas de los hechos. El desafío inicio con la sublevación y la toma de las calles, Correa respondió ante ello, de igual manera, lo que a mi parecer es poco aceptable, debido al rol que maneja. Podríamos decir entonces que Correa también se mostró decidido al asomarse por la ventana y vociferar cuanto dijo. Se maneja en tonos muy subjetivos ésta noticia.
3.- “Mátenme si tienen valor (...). Acaban de nombrar a Lucio Gutiérrez (la tropa), para que vean de dónde vienen estas cosas”.
Rafael Correa expuso lo que coloco a continuación, y no podemos tomar como “verdadero” el que se grite en plena insubordinación: “Lucio presidente”. Correa se baso, en primera instancia, de éste comentario para a partir de ello especular sobre el asunto.
He dejado para el final, el tema de la libertad de expresión, porque considero que es uno de los más polémicos y cuestionables.
El estado de excepción contempla la intervención de los medios de comunicación en caso de que la seguridad nacional esté en riesgo. Se discute mucho si para hacerlo tenían que especificar por cuánto tiempo, pero dadas las circunstancias se comprendería que no hayan sido muy finos en eso. Ahora, eso hace que la medida sea legal, pero no plantea nada sobre si la medida fue legítima, o correcta, es decir, que PUEDAN hacerlo no significa que deban.
Sea como fuere, debía haber una línea coherente que el estado debía seguir para la intervención o no en los medios, si quería salvaguardar la seguridad nacional, debía hacerlo en todo momento, o en los momentos precisos.
La retahíla de entrevistas, desde el ministro de agricultura hasta Alvarado, que ya de por sí nos dejaban claro el tinte de la cadena, también condenaron el asunto de libertad de prensa.
Por otro lado, no está de más hacer memoria y reconocer que los medios privados se encargan de hacer exactamente lo mismo, todos los días. La medida se tomó para no alertar a los civiles, en esa parte no muestro ningún desacuerdo, pero sí hay que reconocer que el manejo de la cadena fue parcializado.
Ahora bien, revisando la ley federal de radio y televisión, tenemos lo siguiente:
Artículo 64.- No se podrán transmitir:
I.- Noticias, mensajes o propaganda de cualquier clase, que sean contrarios a la seguridad del Estado o el orden público.
Aunque se haya actuado bajo esta normativa, no deja de ser my subjetiva la interpretación de la ley, además que no se establecen lineamientos OBJETIVOS, del uso o desuso de la misma.
Sin embargo, si se hubiera actuado, en pro del estado de Excepción no se puede limitar al estipulado ejercicio que se debía seguir, pues, afirmo que si se suspendió la transmisión de medios privados, no se estaba atentando con la legalidad del estado de excepción, sino mas bien, entendiendo como implícita esa medida. A lo que voy es que el ponerse burocráticos en pleno caos, tampoco es lo más inteligente.
Antes de concluir este informe, creo que es bastante apropiado mostrar algunas de las caricaturas de Bonil.
A partir de este informe, lo que hacemos es confirmar la teoría que establece Miguel Rojas Mix, al afirmar lo siguiente: “El imaginario es un mundo, una inteligencia visual (no del todo desarrollada ni comprendida), que se presenta como conjunto de íconos físicos o virtuales y se difunden a través de una diversidad de medios que interactúan con las representaciones mentales”.
Por ejemplo, si ponemos como punto de partida una de las caricaturas hechas por Bonil, lo que podríamos crear es una completa mofa a la constitución. Por ejemplo, en la segunda, los policías llevan en su protección antibalas un escrito que dice lo siguiente: “Mi poder en la sublevación”, no sólo se está haciendo una burla de la legitimación que debe guardar la constitución (independientemente del país), sino de una falta antidemocrática, porque si bien es cierto, una sublevación no es una práctica que se vincula con la democracia, entonces, si a eso le agregamos la relación con la constitución, estamos relacionando ese hecho, implícitamente, pero existe esa relación.
“El imaginario social es la potencia de inventar a los pueblos” (Olivier Fressard).
Fuentes consultadas:
